viernes, 22 de diciembre de 2006


Este texto me lo envió hace unos días un compañero de trabajo, que lo había leído en una revista, como a mí también me ha gustado os lo dejo aquí. Invita a la reflexión.
RENUNCIO A SER ADULTO

Por medio de la presente renuncio a ser adulto.

He decidido aceptar la responsabilidad de tener 6 años nuevamente.
Quiero ir a un McDonald´s y pensar que es un restaurante de 5 tenedores.
Quiero hacer navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al agua para poder valorar lo sencillo otra vez.
Quiero pensar en que los dulces y los amigos son mejores que el dinero.
Quiero darme largos baños y dormir 10 horas todas las noches.
Quiero abrazar a mis padres todos los días y enjugar mis lágrimas en sus hombros y pensar que son para siempre.
Quiero regresar a los tiempos donde la vida era simple.
Cuando todo lo que sabí­a eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas, y eso no me molestaba; porque no sabí­a que no sabí­a, y no me preocupaba por no saber.
Cuando pensaba que lo peor que me podí­a pasar en la vida era que alguien me quitara la pelota o me eligiera el último para ser compañero de equipo.
Quiero volver a mis 6 años para pensar que el mundo es justo. Que todo y todas las personas son honestas y buenas. Que no hay envidias.
Quiero pensar que todo es posible.
Pero en algún lugar de mi juventud, maduré y aprendí­ demasiado.
Aprendí­ como la gente no sabe querer ni amar, cómo nos destruimos entre nosotros, cómo la envidia nos rodea y nos hace desear el mal.
Maduré, me contaminé, y aprendí­ sobre mentiras, sufrimientos, enfermedades, guerras, dolor y muerte.
Aprendí­ como el dinero maneja nuestras vidas.
Como ya no importa el sentir, sino el conseguir.
Pero yo renuncio. Quiero volver a vivir simple nuevamente.
No quiero que mis días sean de jornadas interminables de trabajo, de materialismo, de noticias deprimentes, de envidias, de chismes, de enfermedades y de pérdida de seres queridos.

Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la palabra dulce, de la verdad, de la paz, del súper héroe del cómic, y de la imaginación.
Admiro la dulce locura de los niños y detesto la mentira de la cordura de los adultos.
Quiero volver a mis 6 años.
Quiero dejar vivir más a ese niño que todos llevamos dentro, para valorar lo bueno y lo sencillo que nos rodea, y que los adultos hemos dejado de apreciar.

Para todos vosotr@s que no os habéis olvidado de saltar en un charco sin importaros mojar los zapatos y para todos aquellos que no olvidasteis que con un chicle o un caramelo éramos más felices que con 200 Euros ahora en los bolsillos.

Te acuerdas de aquel tiempo cuando las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico: "Pito Pito Colorito, saca la mano de 25 en que lugar en Portugal en que calleja la moraleja, esconde la mano que viene la vi-e-ja"?

  • Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple "¡No ha valido!"
  • Los errores se arreglaban diciendo simplemente: "Empezamos otra vez"
  • Las discusiones terminaban con un "¡¡Rebota, rebota y explota!!"
  • El peor castigo y condena era que te hicieran escribir 100 veces: "No debo..."
  • Tener mucho dinero solo significaba poder comprar más casas jugando al monopoly, o comprarte un helado o un paquete de kikos en el recreo...
  • Una montaña de arena podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde...
  • Siempre había una forma de salvar a todos los amigos, bastaba con un grito de "Por mi, por todos mis compañeros, y por mi primero".
  • No era raro que tuvieras dos o tres mejores amigos...
  • Siempre descubrías tus más ocultas habilidades a causa de un "¿A que no haces esto?"
  • Nunca había nada mejor ni más prohibido que jugar con fuego... A pesar de que algún mayor te dijera "Te vas a hacer pis en la cama", éramos felices tan sólo encendiendo el mechero para apagar la llama con un soplido.
  • "TONTO EL ÚLTIMO" era el grito que nos hacía correr como locos... hasta que sentíamos que el corazón se nos salía del pecho...
  • El poli-ladrón era solo un juego para el recreo, y por supuesto era mucho más divertido ser ladrón que policía...
  • Los globos de agua eran la más moderna, poderosa y eficiente arma que jamás se había inventado...
  • La desilusión era haber sido elegidos últimos para el equipo del cole...
  • Los hermanos mayores eran el peor de los tormentos, pero también los más celosos, fieles y feroces protectores (GRACIAS A TODOS).
  • Llevar un balón al cole significaba ser el rey de la clase...
  • Nunca faltaban los caramelos que tiraban los reyes en navidad, ni las monedas o billetes que nos dejaba el ratón Pérez bajo la almohada... Y TODO A CAMBIO DE UN DIENTE DE LECHE!!!!
  • "GUERRA" sólo significaba arrojarse tizas y bolas de papel durante las horas libres en clase...
  • Los helados y polos, por supuesto, constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales...
  • Tu bici (normalmente BH) se transformaba en una poderosa super-moto con solo poner unos cartones pintados alrededor de su cuadro... o chapitas destellantes entre los radios de las ruedas...
  • Quitarle las ruedas pequeñas significaba un gran paso en tu madurez....
  • Tu gran negocio era cambiar en el recreo esos 10 cromos repetidos por el último que te faltaba para completar la colección
  • Cruzar la comba mientras se saltaba era todo un logro...
  • Dar de comer a tus gusanos de seda, jugar con el barro, o simplemente bajarte tu nuevo balón de fútbol era lo más placentero...
  • Sentarnos frente al televisor a las 5 en punto con los ojos desencajados y ver "Barrio Sésamo".
  • Creerte superman...y ponerte el "babi" del cole a modo de capa mientras subías en cualquier escalón y deseabas con todas tus fuerzas poder volar como ellos... O simplemente colocándote el gorro del abrigo y traerlo como si fuera la capa desde el cole hasta casa...

Todas estas simples cosas nos hacían felices, no necesitábamos nada más: un balón, una comba y dos amigos con los que hacer el ganso durante todo el día...

Si puedes recordar la mayoría de estas cosas, entonces significa que realmente estas vivo, que has tenido una infancia feliz...

A todos nos viene bien tener siempre en mente esos tiempos en que todo era distinto, reservemos ese sitio en el que todavía somos niños.

Eso es lo que nos hace relacionarnos entre nosotros de una forma más pura y más honesta...

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